Cuando empecé a pintar a finales de 2021, no podía llamarme artista.
Para mí, la pintura acrílica era sólo una forma de explorar una técnica diferente y completamente nueva. Solo recientemente he empezado a pensar si realmente puedo llamarme artista y lo que eso significa. Estas son mis reflexiones.
"La posición del artista es humilde. Es esencialmente un canal". - Piet Mondrian
Los artistas son embajadores de la motivación
En el imaginario colectivo, un artista en el sentido más amplio es aquel que es capaz de crear una pintura, una escultura, un dibujo con un nivel de destreza muy alto. Si tomamos como base esta definición de artista, cualquiera puede serlo.
Pero si nos fijamos en el significado más estricto de esta palabra, un artista no es sólo una persona que crea una obra de arte, sino mucho más. Es alguien que, a través de sus obras, puede transmitir un mensaje (político, religioso, ético, etc.) a sus contemporáneos y, sobre todo, a las generaciones futuras, utilizando el lenguaje universal del arte.
Es quien motiva a los espectadores a tomar conciencia del mundo en que viven y a ser una mejor versión de sí mismos.
Los artistas son marginados con una conexión emocional más profunda con el mundo.
Los artistas son testigos de su tiempo y sus obras de arte son su contribución a la creación de una sociedad mejor, un mundo mejor en el que las personas puedan volver a conectar con su mundo emocional y con los demás.
En el proceso, desarrollan una forma de vida paralela. A veces se les considera "extraños" a su mundo contemporáneo. Tienen una profunda conexión espiritual con la realidad en la que viven, lo que les permite sentir y pensar a un nivel mucho más profundo que un ser humano normal, y por eso son capaces de ver aspectos de nuestra existencia que la mayoría de la gente no reconoce.
El artista ve lo que otros sólo vislumbran". - Leonardo da Vinci
Esta capacidad puede ser tanto un don como una maldición.
Un don porque pueden encontrar sentido a su existencia y, gracias a su condición de "artistas", son libres y tolerados cuando se comportan fuera de los patrones convencionales.
Una maldición porque pueden ser incomprendidos o sufrir soledad al no poder adaptarse a un mundo incapaz de sentir y pensar como ellos. Y a menudo, cuando su mensaje es recibido, no están allí para vivirlo plenamente. Sin embargo, se convierten en inmortales porque viven y hablan a través de sus obras maestras.
Reflexiones finales
Cuando me veo a mí mismo y a mi arte en este contexto, puedo considerarme un artista en el sentido más amplio de la palabra. Con mis cuadros intento motivar a los espectadores para que iluminen su vida cotidiana, incluso en un mundo lleno de incertidumbre, inseguridad y miedo, en el que parece que hemos perdido la fe en un futuro mejor.
Si mi mensaje se transmitirá a través del espacio y el tiempo a las generaciones futuras y me convertirá en un artista en el sentido más amplio, no puedo decirlo hoy. Lo único que sé es que, gracias al arte, por fin empiezo a encontrar un sentido y una realización en mi vida.
¿Qué opina usted al respecto? Házmelo saber en los comentarios.
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Le deseo un día lleno de color y creatividad.
Laura
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